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15/09/2017

“Lo consideramos como una inversión en valores, en igualdad de oportunidades y en calidad de vida”. Así Ana Calvo, responsable de la Fundación CET 10, califica el curso de monitores adaptados cuya parte práctica se ha desarrollado en las instalaciones gestionadas por Marcet en el distrito barcelonés de Les Corts. Una iniciativa cuyo objetivo es que los discapacitados intelectuales se abran un hueco en el mercado laboral rompiendo los miedos y los prejuicios que aún existen en muchas empresas.

“Queríamos encontrar un centro todo fuera fácil”, comenta Calvo. La coordinadora pedagógica de CET 10 asegura que con Marcet todo fluyó bien desde el principio: “Tres chicos realizaron 160 horas de prácticas en el CEM de Arístides Maillol. Para nosotros era importante que los alumnos se sintieran como unos más, y todo salió muy bien. Las familias están encantadas y un chico incluso pidió ampliar las prácticas una semana más. Estamos súper agradecidos”.

“La intención es que esta experiencia demuestre que estos chicos están capacitados para realizar tareas de ayudante de monitor”, señala la coordinadora pedagógica de CET 10. “Ha sido una experiencia enriquecedora, que ha aportado mucho tanto a los alumnos como a las personas que les han acogido. Para ellas, ha sido una ocasión de romper prejuicios”.

Lo confirma Aitor Clavería, responsable Marcet del Campus Olímpia en el que hicieron las prácticas los tres alumnos: “Ha sido increíble ver cómo estos chicos tienen una especie de filtro que les impide ver lo negativo de cada situación. Siempre ven lo positivo y tienen mucha paciencia con los niños. Me encantaría repetir esta experiencia en el futuro, porque creo que la Fundación Marcet no sólo tiene mucho que aportar a estos chicos, sino también mucho que aprender de ellos”.

En el Campus Olímpia, los monitores discapacitados en práctica han encontrado un ambiente positivo. “Los niños, desde su ingenuidad, les tratan como si fueran una persona más”, explica Clavería. “No cometen el error que cometemos muchos adultos, que a veces tendemos a tratar a los discapacitados de forma distinta”. Según Calvo, “los niños no diferencian entre monitor titular y monitor adaptado, y eso hizo que los alumnos de CET 10 pudieran disfrutar de un entorno totalmente normalizado durante sus prácticas”.

Durante el curso, impulsado por el distrito de Les Corts, los tres chicos han colaborado en la organización de ejercicios, partidos, torneos… Cuando completen el curso, podrán obtener una titulación oficial adaptada a sus necesidades que les permita encontrar trabajo como monitores auxiliares.

24/08/2017

Año tras año, en las instalaciones gestionadas por la Fundación Marcet el fútbol demuestra todo el 'valor' que tiene. Un deporte capaz de unir y llegar a todo el mundo, como queda patente durante el campeonato anual celebrado por la Federación Catalana de Deportes para Disminuidos Psíquicos (ACELL). Una cita que se repite cada año y a la que acuden decenas de niños dispuestos a demostrar toda su habilidad con la pelota.

En el marco de su campaña para la promoción de valores en el deporte, la Fundación Marcet patrocina un acontecimiento que proporciona a este colectivo una importante jornada de diversión deportiva. Tras disputar partidos durante toda la mañana, a primera hora de la tarde llega el momento del acto de premiación, en el que participan tanto representantes de las autoridades locales como el director general de la Fundación Marcet. Entre gritos de alegría y risas los mejores equipos del campeonato reciben sus copas en un ambiente de alegría y compañerismo.

"Llevamos cuatro o cinco años viniendo a las instalaciones de la Fundación Marcet y nos encontramos muy a gusto aquí", asegura Manel Algeciras Rosado, director técnico de ACELL. El representante de la Federación Catalana de Deportes para Disminuidos Psíquicos señala que cada año su institución organiza cuatro campeonatos correspondientes a los "cuatro deportes mayoritarios": fútbol sala, atletismo, baloncesto y natación. Además, durante toda la temporada se disputa la liga de fútbol sala de ACELL, también en las instalaciones Marcet.

La Federación Catalana de Deportes para Disminuidos Psíquicos cuenta con un total de 118 entidades activas -entre clubes federados y sus asociados- y más de 4.000 inscritos. Su presupuesto supera los dos millones de euros y la organización da trabajo actualmente a unas 40 personas.

 

20/06/2017

Romper con el monopolio de un único equipo y bajar los precios de los cursos de fútbol. Éstos fueron los dos grandes logros obtenidos por la Fundación Marcet durante sus tres años de gestión del estadio municipal de Porta, en el distrito barcelonés de Nou Barris. Unos resultados que se han logrado abriendo las instalaciones a familias e instituciones de la zona, con el objetivo de multiplicar los usuarios de un campo históricamente infrautilizado.

Hasta 2011 solamente el Alzamora CF y las categorías superiores del CF At. Piferrer tenían acceso al terreno de juego. Cuando la Fundación ganó el concurso para gestionar el estadio, las cosas empezaron a cambiar y el monopolio se fue rompiendo poco a poco. El CF Porta, el Tecnofútbol y el CE Congrés también empezaron a utilizar el campo, así como las categorías inferiores del CF At. Piferrer.

No se trató simplemente de fomentar un uso más sostenible del estadio de Porta. La nueva política de apertura implementada por la Fundación Marcet también tenía como objetivo abaratar el coste del fútbol aumentando a la vez su calidad. Para lograr este doble objetivo la receta fue simple: abrir el campo a nuevas instituciones. Es decir, fomentar una sana competencia entre distintos clubes para que hubiera una pluriladad de ofertas futbolísticas.

Los resultados no tardaron en llegar y repercutieron positivamente en la economía de las familias del barrio, que ya no se vieron obligadas a pagar unas cifras desorbitadas para jugar en un equipo o acceder a un curso de fútbol. La multiplicación de los usuarios del campo de Porta acabó así con décadas de beneficios para un solo club, obligando a todas las instituciones que utilizan el terreno de juego a ofrecer opciones más acordes a las exigencias del barrio.

"Estamos hablando de una diferencia sustancial", explica José Ignacio Marcet. "Antes una familia tenía que pagar unos 1.000€ para que su hijo pudiera jugar al fútbol toda la temporada. Gracias a nuestra gestión el precio bajó a unos 200€ e incluso existían alternativas totalmente gratuitas", explica el presidente de la Fundación, subrayando que las asociaciones de vecinos agradecieron este cambio radical.

Además, en estos tres años la Fundación Marcet utilizó el estadio de Porta para llevar a cabo iniciativas benéficas y de carácter social. Es el caso de los torneos solidarios organizados para recolectar alimentos y destinarlos a las familias más necesitadas de Nou Barris; los cursos gratuitos de Tai Chi para la tercera edad; los juegos escolares de los Centres de Recursos Pedagògics; los campus de fútbol para niños en temporadas vacacionales; la introducción de la instalación en la planificación del Campus Olimpia; los acuerdos con los colegios para que utilicen la instalación sin coste; las colaboraciones con entidades de disminuidos psíquicos (TED y ACELL); las iniciativas dirigidas a potenciar la integración de los inmigrantes del barrio; la colaboración con la Asociación Cosecha Mundial para ayudar a jóvenes en riesgo de exclusión social...

Gracias a iniciativas, el terreno de juego volvió a abrir sus puertas al barrio y a ser 'municipal' en el auténtico sentido de la palabra. Tanto es así que en este periodo se incrementó un 40% el número de usuarios y visitantes durante los fines de semana y el número de jugadores que se entranan en la instalación de lunes a viernes. Por eso y por la drástica disminución de los precios del fútbol, incluso las asociaciones vecinales que hace tres años miraban con escepticismo a la Fundación Marcet acabaron apoyando su gestión, reconociendo la gran labor llevada a cabo en esos tres años de gestión.

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